Vuelvo al Sur (respuesta para Carl Salomon)

-  América, estoy arrimado

mi peculiar hombro -

 

Allen Ginsberg

 

 

            Suramérica, es imperdonable que tenga que gritar para sentirme tuyo.

            Suramérica diez mil cruzeiros veintiocho pesos ciento diez bolívares siete colones para una revista San José Downtonw.

            Yo nunca pertenecí a ninguna Suramérica de revoluciones trova guerrillera idealistas baratos de izquierda-extrema-derecha-democracia-total.

            Cuando sentí Suramérica tuve que besarle la Patagonia – por no decir el culo – y sólo conseguí cerros que albergaban sectas señoritas con aspiraciones de carnes firmes y la obligación de lamerle los pies al reloj para poder oler el subte de Santiago,

                                                           Arrastrarme en los volcanes

                                                           exhibir azufre en las venas

                                               el tango    el danzón    la comparsita   reptar los Andes

                                                           comer la acústica de lagos gélidos

                                                           el corazón oscuro del tepuy

                                                           los pasos de gran monstruo       el cóndor

Suramérica toda muerte Suramérica Itaca. ¡cuántas veces te he amado como mi única mujer, para que vengas y me patees con tu poética construida a fuerza de inmigrantes!

            Suramérica, te di mi nacimiento y soplas mi cabello con indiferencia maternal.

            Me confundes mil trescientos dólares calle Bolívar México City ¿Norteamérica?

Tres pesitos cola Postobón el Festival de Hongo en Mérida 1968 ahí-no-más.

            Y sin embargo Vuelvo al Sur, como se vuelve siempre al amor…

            Suramérica que se acaricia en el vacío supremo el misticismo alucinógenos

arrechísimos que le comen el cerebro al más pintado.                Nunca dejaste que ni mis amigos ni yo nos incendiáramos las ideas con cortinas hechas de tus pastizales.

            Se los entregaste long time ago a la Vergación Oilcompany, te bebiste todo el aguardiente Cristal y el Pan de Azúcar nos lo alejaste tanto que no sabemos si Río o Sao Paulo

o Buenos Aires o La Paz o Quito o Ciudad Ojeda o Bariloche o Puerto Montt.

            Yo nunca pertenecí a ninguna América Yanquiland que se haya tragado a Burroghs Kerouac Melting Pot Black Power Woodstock. Cuando llegué ya se había fumado toda la marihuana que nos tocaba a mí y a mis amigos habían cerrado las destilerías soy un espalda mojada can’t you see y el chance de alargar los destellos de sed en mis delirantes ojos los sofocaron con la ausencia de una paradisíaca-angelical-milagrosa carretera que me llevara de vuelta a Tijuana o lejos hasta el Canadá a través del Leteo-cortina-de-Hierro.

            No había el fandango que me vendió el cinemascope. Fucking Bloody Tuesday a

América nunca le voy a reclamar nada porque in english please y para eso hace falta moral.

            Suramérica toda olvido ¿ cuándo llegará el momento en que le pagarás a tus Cortázar Huidobro Ramos Sucre Vladimir Vera Vallejo Gerbasi Jaime Jaramillo Rigel García Quiroga Víctor Morles Gangotena Borges Daniel Ernesto Juan Salomón el consumir sus días su anís sus cigarros sus dedos cucarachas alucinadas de trip por la energía lágrimas de niebla la moneda sobre la lengua el escape de las manos en la baraja lo que cuesta una cuerda de bajo el abandono el hastío de mil noches irresolubles, hijos muertos, la combustión inexorable de mil verbos, todas las composiciones en tu nombre, las barreras sin sentido y – lo más grave-

                                                                                 Los pies en la escalinata para bajar del barco.

            Suramérica no me presiones no me molestes no me des más mangos más papas tu cantaleta fastidiosa hiede a promesa.

            Para enterarme dónde carajo quedaba tu corazón tuve que rezarle a las tres cuartas partes de tus santos – que no son pocos-, mientras el demonio chapoteaba feliz en el sudor de mis manos trémulas. Suramérica ¿ merecemos tantas gracias? ¿cuándo tendrás el valor de subirte conmigo a un camión para que te veas a través de mis ojos y comprendas de una vez por todas que tu amenaza de desarrollo no  asusta a nadie?

            Suramérica cuento setenta bolívares en el bolsillo pesos por todos lados doce mil trescientos australes que ya no podré usar más dólares más dólares y excremento del diablo a granel.

                                                                                              ¿quién te entiende?

            Deja de mirarme así. Tus ojos son prestados. Suramérica soy un sudaca. No me temas. Fúmate un habano conmigo, que para eso te los compro. Debe haber alguna manera de arreglar la brecha que existe entre nosotros.

            Son dieciocho años contra quinientos y pico, compréndeme.          

            Has crecido tan rápido que te me escapas de las manos. Bailemos un bolero, acércate, huele mis ropas made in China no me guardes rencor por eso, relájate, yo respeto tu mayoría católica.

            Suramérica te caminado como no tienes una idea pero no me recuerdas en ninguna de tus islas. Eres tan dispersa.                                           Hundo mi pie aceitado

                                                                                              Oloroso a almizcle

                                                                                              Hermoso, joven, fuerte,

                                                                                              Entres los surcos de tus tierras

Y tú deseas no haberme conocido nunca ¡ Suramérica, si voy a Europa Asia África Oceanía América Yanquiland they’ll spot on my face vete a dar por culo, tío France c’est pour les francois ya los 50’s pasaron get the fuck out of here.         

           

 

 Suramérica, el recuerdo se retuerce de risa en el espacio que llenamos con nuestro aliento.

 


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